viernes, 7 de agosto de 2009

nin un mm

poema Carlos Oroza


Alicia

He venido a verme. Quiero salir y no puedo entrar
Paso de lado simplemente y no me llaman
Y veo a Cátin
La ciudad en sus número y la luz
La calma
Era el sexto de seis de una calle que arrancaba del centro
Una distancia que solo se conocía por teléfono
Y vino mi desconcierto
La clama
Vino la calma
La calma y mirarás
La mirarás decía
Y sus ojos tenían la precisión táctil de su boca
La calma
Vino la calma
Y alicia habia declarado al mar calamidad sentimental y en el interior vibraciones incrustadas
Manchas que se reproducían en latidos y se esparcían manifestantes y multitudinarios por los escaparates
Donde permanecían horas y días con la cabeza apoyada en los cristales
Alicia tenía la sonrisa
La alegría del que pierde la respiración
Alicia era una mujer que se confundía en principio desde la primera escalera de un sexto izquierda
Un séptimo izquierda que arrancaba del centro
Una distancia que solo se conocía por teléfono
O a través de sus gemidos en el estado íntimo de su soledad
En la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza
Alicia buscaba alivio
Alicia quedaba sola
Porque las lunas de los escaparates estaban todas ocupadas
Y no habia ni un milímetro para apoyar su frente
En los grandes edificios habían puesto andamios
Y en la ciudad alta
Todas las ventanas estaban ocupadas
Por las delirantes que tenían las frentes agujereadas
Los hombres estaban suspendidos en el aire sobre los andamios con las frentes inclinadas sobre las ventanas
Alicia fue a apoyar su frente a los stops
A los coches que habían quedado aparcados
Y los coches estaban también ocupados
Y las ventanas de los coches, los cristales, estaban pegados en las frentes que deliraban de dolor
Alicia fue a refujiarse en la púrpura de los ángeles
Y la púrpura de los ángeles estaba pegada en la frente dolorida de los místicos
Y fue a buscar la cara de los laboratorios eclesiásticos
Y no había solución
La ciudad de cristal del arquitecto de suiza estaba totalmente ocupada
Alicia anduvo recorriendo toda la ciudad
Y fue a los stops y a los anuncios publicitarios
Y todos los anuncios
Stops
Y la luz piloto de los coches
Estaban ocupados por las frentes que deliraban de dolor
Alicia fue a ver los ojos abiertos de los animales muertos
Estaban ocupados por las golondrinas
Que se apoyaban contra el ojo derecho de los animales muertos
Del interior de la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza
Alicia fue a la estación donde estaban los coches de los ferrocarriles
A ver si había una posibilidad
Mirar si había una rendija de luz que se introdujera por debajo de las puertas de los trenes
Para apoyar su frente
Pero no era posible
Porque aquella luz que bajaba por debajo de las puertas de los trenes estaba ocupada por las frentes de los animales
Que antes se habían nutrido de los enfermos neurálgicos de los trenes
Alicia andaba sola y se perdía buscando un espacio en las ventanas
En las lunas de los museos
En los escaparates
Y no había ni un minuto para apoyar sus latidos
No había llanto
Y no era posible
Inclinar la cabeza sobre la humedad de una lágrima
No era posible los extraordinarios
Las horas fuera
En los relojes no había ni siquiera una hora que penetrase contra el punto neurálgico de la cabeza
Habían desaparecido los pinchazos exteriores para luchar contra el dominio interno de la cabeza
Pero ahora ya no hay nadie en los andamios
Nadie esta con la frente en las lunas de los escaparates
Ya no hay más frentes acariciando las púrpura de los ángeles
Ya no hay mas gente rociándose la frente
Con la cera derretida de los laboratorios eclesiásticos
Y ya no hay nadie más
Nadie
Nadie esta mirando los altares
Aproximando la frente a los monumentos
Nadie esta suspendido en esta ciudad
Nadie esta de pie buscando el frio de los escaparates
Buscando el frio, el viento de las alturas por el cráneo
Nadie
Absolutamente nadie
Porque todos los que estaban suspendidos en la ciudad de cristal del arquitecto de suiza habían descendido
Se habian desplomado contra el suelo boca abajo
Y habian desocupado todas las estancias
Y sucedia entonces que por el suelo no se podia andar
Porque el suelo estaba repleto de bocas boca abajo

Carlos Oroza


[OFF] Begoña Cuquejo: Nin un mm

11 de agosto
18:30
Praza do Toural

Enlaces:
http://www.festivaldosabrazos.org/artista.php?a=77

http://www.santiagoturismo.com/VisitarSantiago/AgendaCultural/hoy/ficha.asp?id=13977

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